Te desvelamos el secreto de los budistas para ejercitar cuerpo y mente a la vez: la meditación andando. Es una práctica zen con la que en pocos minutos podrás relajarte y darle a tu vida un poquito más de paz y alegría.
¿Cómo se hace? Vamos a seguir los pasos del maestro zen vietnamita Thich Nhat Hanh.
1. Elige un camino que no sea demasiado ruidoso. Si estás yendo al trabajo, no vayas por la calle principal llena de coches, ve mejor por las callejuelas.
2. Relaja tus músculos, respira profundamente y empieza a caminar con pasos cortos. Debes de ser consciente de cada paso que das.
3. Coordina tus pasos con tu respiración y avanza lentamente pero sin pararte. Sonríe levemente.
4. Empieza a visualizar los elementos del paisaje que son agradables para ti: una bonita planta en una terraza, un pájaro en un árbol, las luces de un restaurante, etc.
5. Intenta que los pensamientos del día a día no se cuelen en tu mente. Puedes hacer que tu experiencia sea aún más completa si escuchas música especial para meditar.
En Grooveshark, por ejemplo, encontrarás infinidad de canciones. Si quieres saber más te recomendamos el libro El largo camino lleva a la alegría de Thich Nhat Hanh.
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